Los beneficios de una mascarilla facialAplicar una mascarilla es tan importante como aplicar una crema hidratante o un exfoliante para preservar la juventud de la piel. ¿El momento ideal para hacerlo? Una vez a la semana, por ejemplo el domingo.
Las mascarillas faciales actúan eliminando imperfecciones menores como la opacidad , el brillo excesivo, los puntos negros y las espinillas. Regulan la producción de sebo, destapan los poros y nutren la epidermis. En definitiva, son perfectos para devolver la luminosidad a la piel dañada.
¿Un paso preliminar útil antes de aplicar una mascarilla? Usando un recipiente de vapor. Inclina tu rostro sobre un recipiente con agua tibia durante unos minutos para dilatar los poros. Ojo, no es cuestión de sumergir la cara en agua caliente, sino simplemente de colocarla encima del recipiente para disfrutar del vapor que se escapa. Esto permitirá que la mascarilla penetre en los poros de forma aún más eficaz.
¿Cómo elegir una mascarilla facial según tu tipo de piel?Antes de invertir en una mascarilla, hacerla tú mismo o aplicarla, es fundamental conocer tu tipo de piel.
Si tu piel es grasa, debes optar por una mascarilla seborreguladora.
Si tienes la piel mixta, recuerda hidratarla y elegir una mascarilla purificante para preservar tu belleza.
Para pieles secas, elige una mascarilla hidratante y nutritiva.
La piel con tendencia acnéica requiere una mascarilla limpiadora y seborreguladora.
Las pieles sensibles deben elegir una mascarilla calmante e hidratante.
Si estás expuesto a menudo a la contaminación, opta por mascarillas desintoxicantes para tu rostro. Una tez apagada se puede regenerar rápidamente con una mascarilla luminosa.
¿Cómo aplicar una mascarilla facial?Se debe aplicar una mascarilla facial sobre la piel perfectamente limpia y sin maquillaje. Antes de aplicar tu mascarilla, no olvides exfoliar tu piel, eligiendo un exfoliante adaptado a tu tipo de piel para no dañar la epidermis.
Aplica el producto en todo el rostro con los dedos o con una brocha. Es importante tener en cuenta que la mayoría de las mascarillas no deben aplicarse en el área de los ojos. En su lugar, utiliza un tratamiento adecuado para el contorno de ojos, porque la piel de esta zona es fina y delicada.
Si está usando una mascarilla a base de arcilla, déjela secar sobre su piel generalmente durante 15 minutos, luego enjuáguela bien con agua tibia o use una toallita especialmente diseñada.
Para mascarillas grasas, como las hechas con miel, aplícalas por todo el rostro, deja que tu piel absorba los beneficios del producto y luego retira el exceso con un algodón. En el caso de una mascarilla despegable, simplemente quítela suavemente de la cara para retirarla.
Si estás usando una mascarilla, simplemente colócala en tu rostro durante el tiempo indicado, luego retírala y masajea el exceso de producto en la piel.
Para las mascarillas despegables, déjalas secar en tu cara y luego comienza a despegarlas desde los extremos en la línea de la mandíbula.
En cualquier caso, si ha adquirido una mascarilla facial comercial, asegúrese de seguir atentamente las instrucciones proporcionadas.
¿Cómo hacer una mascarilla casera?Si prefieres crear tus propios productos, descubre nuestras recetas de mascarillas faciales caseras. Como cuando preparas un pastel, hurgas en tu alacena y sacas miel, huevos, aguacate, pepino... Depende de ti elaborar la mascarilla facial casera que se adapte perfectamente a tus necesidades.
Las pieles grasas pueden optar por una mascarilla a base de aceite esencial de árbol de té. Para las pieles con tendencia a tener puntos negros, la cúrcuma es un gran aliado gracias a sus propiedades antioxidantes y antibacterianas.
Los tipos de piel mixta pueden crear su propia mascarilla mezclando papaya y miel. Finalmente, la piel sensible puede recurrir al aloe vera para calmar la irritación y el enrojecimiento.
¿Listo para levantar el velo sobre los misterios de las mascarillas?